INVESTIGACIÓN SOBRE CANNABIS

INVESTIGACIÓN SOBRE CANNABIS

RESUMEN


Con la expedición del decreto 613 del 2017, que permite y regula el cultivo del cannabis con fines medicinales, científicos y la transformación de sus derivados en nuestro país, se generó una puerta de acceso para la investigación sobre esta planta en cada uno de los campos que estos procesos ofrecen. Los avances en investigación en el país aunque han sido bastantes no logran compararse con otras regiones del mundo, donde las cifras para el año 2019 en el país reflejaban tan solo 106 investigaciones clínicas mientras Estados Unidos para la misma fecha reportaba más de 9000 proyectos y Europa alcanzaba los 6000 ensayos clínicos. Este artículo presenta un estado del arte sobre los avances en materia de investigación que se han desarrollado a lo largo de la historia sobre la planta de cannabis y que se convierten en pilares para continuar con la innovación y el desarrollo de nuestro país en base al cannabis.

ORIGEN DEL CANNABIS

Se cree que principio el cultivo de Cannabis se lleva a cabo hace más de 12.000 años en el continente Asiático central, sin embargo, su propagación se efectuó rápidamente con las atribuciones medicinales que se le otorgaron a esta planta hace más de 2.700 años A. C. menciona Ethan Russo historiador de cannabis medicinal, la evidencia más antigua del componente activo tetrahidrocannabinol psicoactivo (THC) fue descubierto por primera vez al noroeste de china mientras se realizaba la excavación de un chaman enterrado hace más de 2.000 años, por el mismo tiempo pero en el continente Europeo se utilizaba la planta de cannabis cáñamo que posee un valor más alto de cannabidiol no psicoactivo (CBD) que de THC, estos cultivos eran normalmente usados para obtener grano y fibra.

AVANCES EN INVESTIGACIÓN

Los primeros hallazgos científicos sobre las propiedades terapéuticas del cannabis se remontan a 1839 cuando el Dr. O’ Shaughnessy, publicó el primer artículo sobre propiedades analgésicas, antiespasmódicas y relajantes musculares, este médico irlandés realizó extractos de resina de cannabis y las utilizó para tratar afecciones como el cólera, convulsiones infantiles e incluso tétanos; sesenta años después se publicaron más de cien estudios sobre la planta, algunos de estos realizados por químicos británicos que lograron aislar el primer cannabinoide identificado como cannabinol, más tarde, Todd y Addams continuaron sus trabajos y aislaron otro alcaloide, el canabidiol.
En ese momento varias investigaciones en aras de las características que ofrecía el cannabis fueron llevados a cabo por el psiquiatra J. Moreau de Tours, de las distintas sesiones que realizo este médico, unos años más tarde Baudelaire publicaría un par de artículos bajo el nombre genérico de Los paraísos artificiales. En 1894 Gran Bretaña que había colonizado a india genero la comisión de Drogas de India, motivado por la preocupación por el uso de cannabis que la población presentaba, sin embargo, los estudios realizados por esta comisión concluyeron que el consumo moderado de esta planta era inofensivo y en algunos casos beneficioso.
Los posteriores avances generados por químicos permitieron aislar y sintetizar los ingredientes activos de la planta, esto también dio paso a drogas de consistencia garantizada, exigiendo rápidamente la creación de leyes para controlar el comercio y prevenir el tráfico de cannabis mediante el tratado internacional de la Liga de Naciones para controlar el comercio de opio en 1925. En ese momento en México se reactivaba la producción científica sobre la planta, ya que los proyectos se habían interrumpido a causa de la revolución mexicana, una vez instaurado el nuevo poder y con este la legislación de consumo y control sobre las drogas, investigadores de los distintos campos de acción sobre la planta de cannabis trabajaron desde simples observaciones a los toxicómanos, las formas de obtención y consumo, la clasificación botánica de la planta, la obtención de extractos y hasta la administración de estos en animales y personas, generando posturas encontradas.

En Estados Unidos se vivieron campañas de oposición al uso y legalización de esta con fines medicinales, tanto así, que desde la alcaldía de Nueva York se ordenaron realizar una serie de informes sobre los efectos del cannabis, del que participaron médicos, psicólogos, químicos, farmacéuticos entre otros, además, de contar con el apoyo de la prestigiosa Academia de Medicina de Nueva York. Al finalizar este estudio se logró concluir que el cannabis por sí solo no daba lugar a un comportamiento antisocial y que no producía una degeneración física y mental. Este fue uno de los primeros informes desarrollados que apunto al cannabis con fines terapéuticos. En Israel a mediados de 1964, el Doctor Raphael Mechoulam logro aislar el THC componente activo de la planta y el causante de los efectos psicotrópicos, además genero uno de los avances más importantes para entender el funcionamiento de nuestro cuerpo y su relación con los cannabinoides este fue denominado sistema endocannabinoide, desarrollo que impulso la investigación en aras de la farmacología de la planta. Posterior a estos estudios Waller en 1971, logra aislar otro componente activo el Delta-8-Trans-Tetahidrocannabinol, en ese mismo año Hollister genero estudios de potencia y efectos de los compuestos de la planta y observo que aquellos como el Delta-1, Delta-3, Delta-6, Delta-8 y Delta-9 eran psicoactivos, a diferencia del Cannabinol y Cannabidiol cuyos efectos eran inactivos como psicotrópicos.

Las primeras investigaciones con cannabis documentadas, se desarrollaron en 1974, este ensayo se llevó a cabo con ratones con células tumorales, se les administro cantidades de THC, esperando que las células se reprodujeran con mayor rapidez, sin embargo, el resultado fue opuesto a lo esperado, las células habían reducido su tamaño y sin generar daños a los tejidos circundantes. Las investigaciones en el campo de la medicina no se detuvieron desde entonces, así el médico Lester Grinspoon, se convirtió en una de las voces principales de la defensa del Cannabis. Su trabajo con los beneficios terapéuticos de la planta fueron en principio de carácter personal, su hijo mayor fue diagnosticado con leucemia, así que este médico le suministraba cannabis para combatir las náuseas y la pérdida de apetito que su hijo padecía con la quimioterapia, el éxito que obtuvo convenció al jefe de Oncología del Hospital Infantil de Boston para que realizara un estudio, ese mismo año, demostró científicamente la eficacia del THC para tratar las náuseas en tratamientos de quimioterapia. Al tiempo que los ensayos clínicos avanzaban los desarrollos en farmacología de la planta permitieron crear sustancias químicas sintéticas similares al cannabis, que fueron aprobadas desde 1980 para suprimir las náuseas durante la quimioterapia.

Durante la crisis del sida de los años noventa, la enfermera Mary Jane Rathburn que trataba a pacientes con VIH en el hospital de San Francisco, proporcionaba cannabis a los pacientes, luego de observar los resultados el director del hospital, decidió realizar un ensayo clínico sobre los beneficios que el cannabis generaba en los enfermos de sida, los resultados concluyeron que el sistema inmune de los pacientes no se vio afectado y que los síntomas como náuseas y pérdida de apetito eran combatidos con los componentes del cannabis.

En 2014, Estados Unidos se encontraba bajo dos posiciones, la primera corriente culpaba al Cannabis de los efectos de inicio en las drogas. Por otra parte, otra línea que se trabaja era que el cannabis suponía una alternativa mucho más segura para curar el dolor, así como un potencial camino para salir de la adicción. Para determinar cuál de las teorías que se proponían tenía validez, se desarrollaron estudios clínicos que terminaron desmintiendo que el cannabis suponía una puerta de entrada a otras drogas, incluso la DEA (Administración para el Control de Drogas) participó desmintiendo la primera hipótesis. Entre 1999 y 2010, los estados con Cannabis medicinal regularizado disminuyeron, en un 25 %, las muertes por sobredosis de opiáceos. Y lo que es más revelador, en estos países el abuso de opiáceos es significativamente menor.

En mayo de 2018 fue publicado un avance de una investigación, comenzada en Estados Unidos en 2014, sobre el Cannabis y las convulsiones, que demostraba cifras contundentes. En una muestra de pacientes que tomaban 20 mg de CBD por kilogramo de peso, se obtuvo que tenían un 42 % menos de convulsiones que otro grupo de pacientes que fue tratado con placebos, que solo obtuvo una reducción del 17 %. Además de estos adelantos significativos, los distintos trabajos realizados desde el momento inicial hasta el día de hoy han permitido descubrir al menos 113 cannabinoides procedentes de la planta de cannabis, así como innumerables beneficios entorno a los usos terapéuticos.

Si bien existen dos grandes ramas de desarrollo de este nuevo sector comercial tales como agroindustria y bienestar, se espera que, con el apoyo de las nuevas tecnologías y los marcos normativos del país, se activen sectores del turismo y desarrollos industriales que aporten a la generación de nuevo conocimiento de base científica y el desarrollo económico del país.

REFERENCIAS

Charles K. Alexander and Matthew N. O. Sadiku, Fundamentals of Electronic Circuit, 5th Ed. McGraw-Hill Education (2012), pp 273–277.

Molina, M, El cannabis en la historia: pasado y presente, Cultura y droga (2008), pp 95–110.

Baudelaire, Charles, Los paraísos artificiales, Ediciones Brontes (2019).

Mackworth, W., Ommanney, H, In Report of the Indian Hemp Drugs Commission, THE POLICY OF HEMP DRUG ADMINISTRATION (1894-1895).

Extractos de historia de la investigación científica sobre la cannabis en México (1886-1931) – Chacruna Latinoamérica. (2020), Revisado 28 de Noviembre 2020, https://chacruna-la.org/2017/11/14/extractos-de-historia-de-la-investigacion-cientifica-sobre-la-cannabis-en-mexico-1886-1931/.

Contreras, Carlos M, La cannabis, Salud Mental (1978). Vol 1, pp 10–18.

Grinspoon, Lester and Bakalar, James B, Marihuana as medicine: a plea for reconsideration, Jama (1995). Vol 273, pp 1875–1876.

Bachhuber, Marcus A and Saloner, Brendan and Cunningham, Chinazo O and Barry,

Colleen L, Medical cannabis laws and opioid analgesic overdose mortality in the United

States, 1999-2010, JAMA internal medicine (2014). Vol 174, pp 1668–1673.

Devilat, Marcelo and Manterola, Carla and Moya, Juan Luis, Tratamiento compasivo y de acompañamiento con cannabis en niños con epilepsia resistente: una presentación de 2 pacientes y revisión de la literatura, Rev Chil Epilepsia (2014). Vol 14, pp 6–17.

Carter, Alexandra, TA North American history of cannabis use in the treatment of epilepsy, Journal of clinical neurophysiology (2020). Vol 37, pp 35–38.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.